Con frecuencia me pregunto:
¿Cómo hace Alemania para poder exportar, teniendo como moneda el Euro?
Bajo la perspectiva Argentina, esto no debería ser posible… nosotros, con una moneda devaluada y costos supuestamente infinitamente menores a Alemania correspondería, usando la jerga callejera, “pasarles el trapo”!
Sin embargo, esto no es así. Esta es la tabla de exportaciones alemanas, que paradójicamente, fueron creciendo en forma constante en los últimos años:
Fecha Exportaciones Exportaciones %PIB
2019 1.330.183,4 M.€ 38,72%
2018 1.320.732,4 M.€ 39,49%
2017 1.281.946,5 M.€ 39,51%
2016 1.205.488,8 M.€ 38,46%
Ahora veamos el caso Argentino:
Argentina – Exportaciones de Mercancías
Fecha Exportacione Exportaciones %PIB
2019 58.165,3 M.€ 14,46%
2018 52.312,5 M.€ 11,79%
2017 51.911,1 M.€ 9,14%
2016 52.317,3 M.€ 10,39%
2015 51.179,8 M.€ 8,81%
2014 51.490,4 M.€ 12,11%
Aún tomando en cuenta que Alemania tiene mas población que Argentina (aprox. 84% mas de habitantes), no existe correlación lógica.
La diferencia en los números de exportación es abismal.
Entonces, la pregunta es: ¿Cómo lo hacen?
Básicamente se dieron cuenta que la competitividad no se da devaluando una moneda, lo que da ciertas ventajas competitivas por un periodo de tiempo, pero no permanente.
La competitividad real se logra siendo más eficientes.
Y el ser más eficiente implica que los empresarios necesitan tener un contexto que les permita crecer, invertir y mejorar la producción para eficientizarla a su máxima expresión.
Y por supuesto, innovar.
No nos olvidemos que, si queremos exportar, debemos competir con empresas de todo el mundo, muchas de ellas situadas en países con reglas de juego mucho mas amigables.
Y para todo lo expuesto se necesita cierta previsibilidad para poder apostar por el largo plazo.
Evidentemente, también se necesita una fuerte inversión en infraestructura. La importancia de la logística y sus costos impacta directamente en el valor del producto, y esta se encarece si no existen alternativas y estructuras confiables de caminos, rutas, puentes, puertos, aeropuertos, depósitos intermedios, red ferroviaria, etc.
También se necesita crear consensos y toma de conciencia…
A modo de ejemplo, en la red ferroviaria, se hicieron, en los últimos años, inversiones importantes, doy fe. La utilización del ferrocarril implica ahorros cuantiosos en materia de transporte de larga distancia. Perfecto!!
Hasta que me tope con un video viral mostrando camiones cortando una vía ferroviaria para prohibir el paso del tren cargado con granos, esto aduciendo que el ferrocarril quitaba trabajo.
Entiendo que se quiera conservar las fuentes de trabajo, pero se debería entender que, si el país no se torna competitivo perdemos todos.
Por otra parte, en un mundo tecnológico, que avanza a pasos agigantados en la implementación de la red 5G y los vehículos autónomos (es decir sin choferes), no sería prudente pensar en cómo “aggiornarnos” al futuro?
Porque es lo que se viene, y no se puede evitar. Así como los carros tirados por caballos dieron lugar a los automóviles y camiones, los camiones tripulados van a dar lugar a los camiones autónomos. Tarde o temprano.
Entiendo también, que la Argentina tiene sus complicaciones, y que la población no reacciona de la misma manera en diferentes países, con lo cual no se puede copiar una receta económica exactamente igual.
Nosotros tenemos la característica de reaccionar rápido y cubrirnos. ¡Ante cualquier eventualidad, hay una avalancha para comprar dólares!
¿Me pregunto por qué…?
No será que de tantos años de crisis , mala praxis económica y evaporación de ahorros, la gente aprendió a cubrirse mínimamente?
Con esto quiero decir que hace décadas que no encontramos un camino que nos encolumne hacia un futuro mas próspero.
Podría afirmar que profesionalmente hemos vivido casi todo: cepos, controles cambiarios, prohibiciones a la importación, regulaciones paraarancelarias, derechos específicos, retenciones a la exportación, adelantos de IVA, adelantos de ganancias, licencias de importación y exportación, valores criterio, expropiaciones, etc, etc. La lista es interminable…
También lo contrario. Aperturas totales sin considerar que eso se puede hacer en forma paulatina, siempre y cuando el gasto público se vaya direccionando rápidamente a números manejables y la inversión aumente. O en forma drástica, con un conjunto de medidas de shock ,tendientes a eliminar los desequilibrios de raíz y a promover la inversión mas explosiva.
Pero nunca a medio camino.
Ningún país (salvo los que imprimen las monedas de intercambio mundial, podrían darse ese lujo momentáneamente), puede gastar más de lo que produce sin crear desequilibrios difíciles de manejar.
Por lo tanto, todo se reduce a una simple resta (Ingreso – gasto)
Volviendo entonces a Alemania y mi pregunta inicial: No será mejor imitar los casos de éxito? La pólvora la inventaron los chinos en el siglo IX y los bizantinos y los árabes la introdujeron en Europa alrededor del 1200.
Por lo tanto, aunque no queramos verlo, ¡la pólvora ya fue inventada! ¿Podemos “aggiornar” Argentina, pero, ¿cambiar la fórmula por completo? ¿Para qué esforzarse tanto?
¿Entonces, cómo salimos al mundo?
Solo sugiero que nuestras empresas sean competitivas.
Para ello necesitamos políticas públicas activas en los siguientes ordenes:
Estudiar en que realmente podemos ser competitivos y promover esas industrias, con consenso políticos para llevar un plan a largo plazo (de nada sirve competir con los chinos en textiles de muy bajo costo, por ejemplo…)
En resumen, la Argentina está inmersa en la rueda del hámster, dando vueltas siempre en el mismo lugar, sin un plan estratégico a largo plazo.
Trabajar en Comercio Exterior en la República Argentina es una tarea complicada, lleno de laberintos legales, normativas cambiantes, operativa complicada y poca previsibilidad, con lo cual, la contratación de profesionales idóneos en cada área resulta fundamental.
Por último: Felicitaciones a los exportadores argentinos. ¡Tarea ardua, sin dudas!
Lic. Hernán Calabró
Global Express Argentina S.A.
Presidente
h.calabro@globalexar.com